Cuando un nuevo ser llega al mundo se le recibe con abrazos, caricias, besos…
El sentido más desarrollado del bebé es el tacto. Esos abrazos, caricias y besos se convierten en necesidad del recién nacido ¡es lo que más disfruta! . Es una realidad que al colocar al bebé en el pecho de su madre, su respiración se vuelve más profunda, sintiéndose relajado y amado. Es entonces imprescindible detenernos un momento y pensar qué importancia tiene el contacto en el desarrollo de una persona, cómo nos comunicamos y percibimos el mundo a través de la piel.
¡Te esperamos!