Empoderamiento femenino a través de compartir experiencias entre mujeres

Juntas somos más Fuertes, aunque no siempre lo creímos así. Muchas de nosotras hemos crecido en un entorno en el que “las otras” eran vistas como rivales, en lugar de aliadas. Un entorno en el que sólo había sitio para una, y por ello teníamos que ser mejor que todas. Hemos sobrevivido fuertes y ahora, que nos vamos despojando de corazas innecesarias, nos damos cuenta que lo que llamábamos rival es aliada y que lo que vivíamos como una competición agotadora es más fácil si caminamos de la mano. Hoy somos conscientes que nos necesitamos las unas a las otras y empoderarnos juntas. 

Se entiende por empoderamiento femenino el hecho por el cual las mujeres fortalecen sus capacidades, confianza, vision y protagonismo para impulsar cambios positivos de las situaciones que estan viviendo. El empoderamiento femenino no es otra cosa que alcanzar el poder, pero no el poder de los gobiernos o de los puestos directivos, que también, sino el poder que tiene una misma para decidir sobre su propia vida. 

¿Empoderarnos a través del compartir? 

Desde finales de los 80 grupos de mujeres se reúnen periodicamente retomando la tradición ancestral de compartir con las demás la vida y lo que es importante para ellas. Permitirnos ese espacio de abrirnos, de sentirnos escuchadas, de llorar y reir. Un espacio en el que encontramos una mano amiga donde apoyarnos y donde recargarnos de energía para continuar. También un espacio donde aprender y nutrirnos de vivencias de otras mujeres que nos puedan ser útiles en nuestro momento actual. 

“Crear espacios para compartir con otras mujeres no es algo innovador pero si representa un pilar importante para seguir alimentando el empoderamiento femenino”.

¿Qué es un círculo de mujeres?

Lo hemos hecho toda la vida en realidad. Sentarnos alrededor de una mesa con tazas de café humeante y charlar durante horas para volver a casa con una sonrisa. Un círculo de mujeres es un grupo de mujeres que se sienta formando un círculo. Pueden estar sentadas en el suelo o en sillas, lo importante es que estén todas a la misma altura. Cuando nos sentamos en círculo, desaparecen las jerarquías. Nadie es más que nadie. Todas hablamos, compartimos y aprendemos.

“El círculo es, además de una forma, un principio, y se opone al orden social, al orden jerárquico que establece un nivel superior y uno inferior, que clasifica y compara a cada mujer individual con otras”. Jean Shinoda Bolen. El Millonésimo Círculo.

 ¿Cómo me puede ayudar compartir experiencias con otras mujeres?

Muchas mujeres cuando acuden a estos círculos llegan apagadas, sin luz en su mirada, sin autoestima, sin fuego en su vientre.
El primer paso para empoderarnos es darnos cuenta de nuestro valor. Sentadas en el círculo nos hacemos conscientes del lugar que ocupamos: si yo no estoy, ese círculo se rompe. Yo soy pieza fundamental del círculo, y también de la vida, de mi vida. Reconocerme, aceptarme, darme ese lugar que me corresponde como mujer creadora y poderosa, y a la vez sostenida por la energía del círculo en sí, tejiendo una red segura entre todas las mujeres del círculo. Nos vemos reflejadas unas en las otras, aprendemos juntas. Los círculos de mujeres nos ofrecen ese espacio seguro donde quitarnos los velos y ser nosotras mismas. 

Los encuentros entre mujeres nos ayudan a sembrar la semilla del amor propio. También nos ofrecen un espacio donde crear sinergias. Muchas amistades y colaboraciones profesionales han surgido de estos círculos. 

¿En qué consisten los encuentros de Bienestar?

Los círculos de mujeres pueden desarrollarse de muchas formas o tener distintos propósitos aunque el hilo central siempre es incentivar el crecimiento personal de las mujeres que lo componen.

Los círculos de mujeres enfocados en el «Bienestar» nos invitan a explorar nuevas herramientas de empoderamiento que pueden ser a través de talleres o charlas de alimentación consciente, plantas medicinales para el equilibrio de la mujer, entendernos como mujeres cíclicas.

 

Forma parte del cambio 

Cada vez lo escuchamos más: la sororidad se está haciendo presente en las palabras y las acciones. La palabra sororidad viene del latín soror, que significa hermana y promueve las acciones de hermandad entre mujeres.
Nos educaron en la competitividad, en pensar en otras mujeres como una amenaza y entre todas estamos consiguiendo cambiar la sociedad. Cada vez más caminamos de la mano, nos ayudamos las unas a las otras, aprendemos las unas de las otras y el acceso a este conocimiento tan vasto unido a la experiencia compartida nos permite tomar las riendas y empoderarnos. Y el resultado es que cada vez somos más libres y tenemos más derechos. 
Estamos reformulando el sistema, contamos contigo compañera.


 

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